El maestro de la gracia y el movimiento.
Edgar Degas, nacido como Hilaire-Germain-Edgar De Gas, es una de las figuras más eminentes del arte francés de la segunda mitad del siglo XIX.
Aunque a menudo se le asocia con el movimiento impresionista, prefirió describirse a sí mismo como un "realista" o un "independiente". Una de las características más llamativas de su obra es su fascinación por el movimiento humano. Quedó cautivado por la vida urbana de la Belle Époque París, en particular la danza, el teatro y el cabaret.
Sus pinturas de bailarines se encuentran entre sus obras más famosas y capturan la gracia, la fuerza y la fragilidad de los bailarines en momentos de intimidad y concentración. Su minuciosa técnica y su capacidad para captar el ritmo del movimiento humano lo convirtieron en un maestro indiscutible en la representación del cuerpo en acción.
El trabajo de Degas va mucho más allá de estos logros. Además de sus retratos, desnudos y paisajes, dejó una huella en el mundo de la escultura en bronce. Su fascinación por explorar el movimiento lo llevó
Pero el trabajo de Degas no termina ahí. También exploró otros géneros artísticos, incluidos retratos, desnudos y paisajes. También dejó un legado extraordinario en el campo de la escultura en bronce. Su pasión por el estudio del movimiento lo llevó a crear esculturas que capturaban la gracia de los bailarines o la emoción de las carreras de caballos.
Entre sus creaciones más famosas se encuentran las bailarinas que esculpió, que se han convertido en auténticos iconos del arte moderno.
En definitiva, Edgar Degas es un virtuoso de la elegancia y de la vida en movimiento...
Obras rematadas en Montecarlo
Mujer sentada, vestido amarillo (Joséphine Chabot)
Concedido 2€*
Caballo galopando sobre el pie derecho con su jinete
Vendido por 4 €*
La pequeña bailarina de 14 años Estampado en bronce
Subastado por 40€*
*Sin incluir costos