organizado por el Hôtel des Ventes de Monte Carlo este domingo 8 de mayo. De hecho, sólo quedan dos artículos sin vender en el capítulo dedicado al mueble del siglo XVIII, un resultado sin precedentes en un campo en declive en los últimos años. 18 euros por una pareja de cómodas firmadas por el ebanista JH Riesener, ganada por un comprador local frente a un aficionado inglés. 270.000 euros, casi el doble del presupuesto de una pequeña cómoda de laca estampada Dubois, a beneficio de un industrial francés. Un coleccionista suizo acumuló la adquisición de 70.000 lotes, incluido un asombroso espejo eglomisé de la época Luis XIV, vendido por 25 euros. Mientras que un postor inglés ganó la pareja de cómodas Napoleón III de Charles Mellier, por 29.500 euros. Un nacional monegasco se ofreció en 40.500 euros la pequeña mesa de lectura lacada marcada por el ebanista Roussel. Y los aficionados chinos, algunos de los cuales estaban presentes en la sala, se peleaban, entre otras cosas, por un jarrón de porcelana con una curiosa decoración de murciélagos, valorado en unos miles de euros hasta 35 euros.
La colección Hudson, de la que procedían los aparadores de Riesener, incluía este insólito e inédito paisaje animado por vacas del retratista inglés Thomas Gainsborough, estimado en 150.000 euros por el experto Éric Turquin. Al final de un debate entre 8 teléfonos, volvió a poner fin a su carrera hacia un coleccionista inglés al triple de su presupuesto o 455.000 euros. Récord absoluto para un tema bastante atípico para este artista. Por último, el cuadro estrella de esta subasta, el lienzo del caravaggesco español del siglo XVII, Giuseppe Ribera representando a Santo Tomás partió para América en una subasta de 17 euros. Al final dos millones de euros de remate sin gastos y muy pocos sin vender.